El impacto psicológico del COVID-19
La pandemia de COVID-19 ha tenido un profundo impacto psicológico en personas de todo el mundo. La pandemia ha alterado nuestras rutinas diarias, ha provocado inseguridad financiera y laboral y nos ha dejado sintiéndonos aislados y desconectados. Todos estos factores contribuyen a los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión. Según una encuesta reciente, más del 40% de los adultos en los Estados Unidos informaron haber experimentado síntomas de ansiedad o depresión desde que comenzó la pandemia.
La pandemia también ha expuesto y exacerbado las desigualdades sociales existentes. Las personas que ya estaban marginadas o vulnerables, como las personas de bajos ingresos, las personas de color y aquellas con problemas de salud mental preexistentes, se han visto afectadas de manera desproporcionada por la pandemia. Estos grupos tienen más probabilidades de sufrir pérdida de empleo, inseguridad financiera y aislamiento social, lo que puede provocar un aumento del estrés y la ansiedad.
El impacto psicológico de la pandemia no se limita a los individuos. La pandemia también ha ejercido una presión significativa sobre los sistemas de salud, lo que ha provocado agotamiento y trauma entre los trabajadores de la salud. La pandemia también ha causado importantes perturbaciones en la educación, y los estudiantes y profesores luchan por adaptarse al aprendizaje remoto y a las medidas de distanciamiento social.
Cómo nos afectan el estrés y la ansiedad
El estrés y la ansiedad son respuestas normales a los desafíos e incertidumbres de la vida. Sin embargo, cuando el estrés y la ansiedad se vuelven crónicos, pueden tener un impacto negativo en nuestra salud física y mental. El estrés y la ansiedad crónicos pueden provocar una variedad de problemas de salud, incluidas enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos y sistemas inmunológicos debilitados.
El estrés y la ansiedad también pueden tener un impacto negativo en nuestra salud mental. El estrés y la ansiedad crónicos pueden provocar depresión, insomnio y una variedad de otras afecciones de salud mental. Estas condiciones pueden ser debilitantes y afectar nuestra capacidad para trabajar, socializar y disfrutar de la vida.
Mecanismos de afrontamiento del estrés y la ansiedad.
Afortunadamente, existen muchas estrategias que podemos utilizar para afrontar el estrés y la ansiedad durante la pandemia de COVID-19. Estas estrategias pueden ayudarnos a reducir nuestros niveles de estrés, mejorar nuestra salud mental y desarrollar resiliencia frente a los desafíos actuales.
Atención plena y meditación
La atención plena y la meditación son herramientas poderosas para reducir el estrés y la ansiedad. La atención plena implica prestar atención al momento presente sin juzgar, mientras que la meditación implica centrarse en un objeto o mantra específico. Ambas prácticas pueden ayudarnos a cultivar una sensación de calma y centrado, incluso en medio del caos y la incertidumbre.
Para practicar la atención plena, intente respirar profundamente unas cuantas veces y concentrarse en la sensación de la respiración entrando y saliendo de su cuerpo. Observe cualquier pensamiento o sentimiento que surja, pero no los juzgue ni se involucre con ellos. Simplemente obsérvalos y déjalos pasar.
Para practicar la meditación, busque una posición sentada cómoda y concéntrese en un objeto específico, como la llama de una vela o un mantra. Siempre que tu mente divaga, llévala suavemente de vuelta al objeto de tu atención.
Meditación de atención plena
Ejercicio y actividad física.
El ejercicio y la actividad física son esenciales para mantener una buena salud física y mental. El ejercicio puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar los niveles de energía. Incluso una caminata corta o un estiramiento suave pueden marcar una gran diferencia en cómo nos sentimos.
Para incorporar el ejercicio a su rutina diaria, intente dar una caminata rápida por su vecindario, hacer una clase de yoga o Pilates en línea o seguir un video de ejercicios en YouTube.
Apoyo social y conexión.
El apoyo y la conexión social son esenciales para mantener una buena salud mental durante la pandemia. Aunque es posible que no podamos conectarnos con otras personas en persona, todavía hay muchas formas de permanecer conectados virtualmente.
Para mantener las conexiones sociales, intente programar videollamadas periódicas con amigos y familiares, participar en foros o grupos de apoyo en línea o unirse a un club de lectura virtual o un grupo de pasatiempos.
Ayuda y terapia profesional.
Si tiene problemas de estrés, ansiedad u otros problemas de salud mental, es importante buscar ayuda profesional. Muchos terapeutas y profesionales de la salud mental ofrecen sesiones virtuales durante la pandemia, lo que facilita más que nunca el acceso a apoyo y atención.
Para encontrar un terapeuta o un profesional de la salud mental, intente buscar directorios en línea o pedir recomendaciones a amigos o familiares.
Manejar el estrés y la ansiedad en el lugar de trabajo
La pandemia también ha tenido un impacto significativo en el lugar de trabajo, y muchas personas han sufrido pérdidas de empleo, suspensiones de empleo o reducción de horarios. Para quienes todavía están trabajando, la pandemia ha traído nuevos desafíos, como el trabajo remoto, una mayor carga de trabajo y preocupaciones sobre la seguridad.
Para controlar el estrés y la ansiedad en el lugar de trabajo, intente establecer límites claros entre el trabajo y la vida familiar, tomar descansos durante el día y practicar el cuidado personal. También es importante comunicarse abiertamente con su empleador acerca de sus necesidades e inquietudes.